CÓMO PREPARAR UN BAÑO RELAJANTE CON SALES DE EPSOM Y ACEITES CORPORALES.
¿Has tenido un día largo y estresante? Un baño relajante con sales de Epsom y aceites esenciales puede ser justo lo que necesitas para reconectar contigo mismo, relajar tus músculos y cuidar tu bienestar físico y emocional. Esta combinación es un clásico de la aromaterapia y del cuidado personal natural, y hoy te contamos cómo prepararlo en casa de manera sencilla.
¿Por qué deberías usar las sales de Epsom en el baño?
Las sales de Epsom, también conocidas como sulfato de magnesio, son famosas por sus múltiples beneficios:
- Relajan los músculos y ayudan a aliviar tensiones.
- Favorecen el descanso y mejoran la calidad del sueño.
- Desintoxican la piel, eliminando impurezas.
- Promueven la circulación y el bienestar general.
Combinarlas con aceites esenciales aumentan el efecto del baño, ya que estos aportan fragancia natural y beneficios terapéuticos según el tipo que elijas.
Aceites esenciales recomendados
Dependiendo de tu propósito, puedes escoger el aceite esencial que mejor se adapte a tu necesidad:
- Lavanda: ideal para calmar la mente y conciliar el sueño.
- Eucalipto: perfecto para despejar las vías respiratorias.
- Menta piperita: refrescante, alivia el cansancio y revitaliza.
- Ylang ylang: reduce el estrés y aumenta el ánimo.
- Romero: ayuda a relajar los músculos después del ejercicio.
Paso a paso para preparar un baño relajante
Ingredientes:
- 2 tazas de sales de Epsom.
- 8 a 10 gotas de tu aceite esencial favorito.
- (Opcional) ½ taza de bicarbonato de sodio para suavizar la piel.
Preparación:
- Llena tu bañera con agua tibia (ni muy fría ni demasiado caliente).
- Agrega las sales de Epsom y remueve hasta que se disuelva completamente.
- Mezcla las gotas de aceite esencial con una cucharada de aceite portador (como almendra, jojoba o coco) para que se integren mejor al agua.
- Vierte la mezcla en la bañera y agita suavemente.
- Sumérgete y disfruta de 20 a 30 minutos de relajación total.
Consejos
- Crea un ambiente acogedor: enciende velas aromáticas y pon música suave.
- Evita distracciones: apaga el celular y dedícate solo a ti.
- Hidrátate: después del baño, toma un vaso de agua para equilibrar tu cuerpo.
- Aplica una crema hidratante natural para prolongar la suavidad en tu piel.
Preparar un baño relajante con sales de Epsom y aceites esenciales es un ritual sencillo que puede marcar la diferencia en tu bienestar diario. Aporta calma a tu cuerpo, además nutre tu mente y espíritu. Haz de este momento un hábito semanal y verás cómo tu calidad de vida mejora.
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